lunes, 17 de junio de 2013

DECORACIÓN DEL LOCAL

Decoración general de la sala.
La decoración de la sala viene en gran medida determinada por el tipo de evento a celebrar y las características de la sala (tamaño, luminosidad, etc). Las plantas son uno de las formas más habituales de crear un ambiente agradable en la sala. Plantas naturales, a ser posible, sin flores y de colores discretos, sin perfume. Se debe procurar mantener la uniformidad de las mismas no mezclando distintas variedades de formas y tamaños.
Debemos evitar plantas con fuertes fragancias que pueden molestar e incluso interferir el paladar de los comensales durante el banquete. En cierto tipo de banquetes (entregas de premios y homenajes, generalmente) suele haber un gran cartel con el libro presentando, la foto del homenajeado montada sobre un caballete o fijada en una pared.
Otras celebraciones especiales pueden requerir de una decoración particular en función de las peticiones de los organizadores (logotipos de una empresa, bailes especiales, como de disfraces o fiestas benéficas, etc.). En todos ellos aunque la decoración cambie, las normas a seguir para el resto del acto son iguales que los de cualquier otro tipo.
Decoración de las mesas.
Lo más tradicional son los centros de flores secas o naturales (nunca de plástico u otro material), y nunca olorosas, pues interfieren en el aroma y la degustación de la comida y los vinos.
Centros bajos, que no interfieran la visión entre los invitados (que no se tengan que buscar las caras elevando o torciendo la cabeza para ver a su frente).
Se puede complementar con adornos de plata, cobre, bronce o cristal. Habrá de mantenerse uniformidad en la decoración sin mezclar materiales distintos en una misma mesa (objetos de cobre con objetos de plata por ejemplo; el cristal puede combinar con otros materiales y metales como la plata).
Los candelabros se utilizan exclusivamente para las cenas. Y evitaremos, al igual que con los centros de flores, colocar grande candelabros que hagan de "barrera" entre los invitados.

lunes, 3 de junio de 2013

Aseo personal y comportamiento

Aseo personal.
Todo el personal de un establecimiento de hostelería deberá mantener unas mínimas normas de higiene en el trabajo. Sobre todo en el ramo de la restauración es muy importante la higiene debido a la gran cantidad de bacterias y microbios que puede llevar unas manos sucias o un uniforme sucio.
Debemos evitar el pelo largo y suelto. Si se lleva el pelo muy largo habrá de llevarse recogido. La manos y sobre todo las uñas deberán estar siempre limpias.
Respecto del maquillaje, si se lleva deberá ser ligero y discreto. Hay que dar una imagen limpia y aseada.Lo mismo con la boca y dentadura que deberá permanecer en unas condiciones de higiene adecuadas.
Respecto de las joyas, bisutería y complementos deberemos evitar, en la medida de lo posible, llevar muchas; y si se llevan deberá ser algo sencillo y discreto. Al igual que el maquillaje estamos trabajando no acudiendo a una gran fiesta.
Respecto de colonias, perfumes y desodorantes, si los utilizamos deberán ser sin apenas aroma, para no molestar con nuestro "olor" a quienes estamos atendiendo.
El uniforme deberá permanecer limpio sin manchas. Habrá de estar siempre planchado, no de sensación de desaliño aunque vaya muy limpio.
Comportamiento.
Ante todo debemos ser educados y corteses tanto con nuestros clientes como con nuestros superiores. No debemos dejar que un mal día o un cliente "insoportable" nos haga perder las buenas formas.
Algunos puntos a tener en cuenta en este apartado serían:
1. Puntualidad: Debemos llegar puntualmente al trabajo, además de por ética profesional y por disciplina, por respeto a nuestros compañeros que no podrán abandonar su puesto hasta que nosotros hayamos llegado, en muchos casos.
2. Presencia: Debemos mantener el uniforme de trabajo impecable hasta el final de la jornada. Si por cualquier razón tuviéramos un percance habremos de cambiarlo por uno limpio y planchado.
3. Amabilidad: Procuraremos mantener una actitud sonriente, cortés y servicial para con todos los clientes. Debemos tratar de hacer la estancia lo más agradable posible a todos los clientes en nuestro establecimiento. Si hay problemas podemos avisar al encargado, jefe de sala o algún superior nuestro, para resolverlo a la mayor brevedad de tiempo posible.
Hay que permanecer atentos a las peticiones del cliente. Deberemos hablar poco y en tono suave. También entre compañeros se deberá de hablar lo menos posible, al menos delante de los clientes; no hay nada más feo que ver a dos empleados cuchicheando delante de los clientes.
Y por supuesto, NUNCA discutir delante de los clientes y a ser posible tampoco en lugares donde puedan oírlo los clientes.