Decoración general de la sala.
La decoración de la sala viene en gran medida determinada por el tipo de evento a celebrar y las características de la sala (tamaño, luminosidad, etc). Las plantas son uno de las formas más habituales de crear un ambiente agradable en la sala. Plantas naturales, a ser posible, sin flores y de colores discretos, sin perfume. Se debe procurar mantener la uniformidad de las mismas no mezclando distintas variedades de formas y tamaños.
Debemos evitar plantas con fuertes fragancias que pueden molestar e incluso interferir el paladar de los comensales durante el banquete. En cierto tipo de banquetes (entregas de premios y homenajes, generalmente) suele haber un gran cartel con el libro presentando, la foto del homenajeado montada sobre un caballete o fijada en una pared.
Otras celebraciones especiales pueden requerir de una decoración particular en función de las peticiones de los organizadores (logotipos de una empresa, bailes especiales, como de disfraces o fiestas benéficas, etc.). En todos ellos aunque la decoración cambie, las normas a seguir para el resto del acto son iguales que los de cualquier otro tipo.
Decoración de las mesas.
Lo más tradicional son los centros de flores secas o naturales (nunca de plástico u otro material), y nunca olorosas, pues interfieren en el aroma y la degustación de la comida y los vinos.
Centros bajos, que no interfieran la visión entre los invitados (que no se tengan que buscar las caras elevando o torciendo la cabeza para ver a su frente).
Se puede complementar con adornos de plata, cobre, bronce o cristal. Habrá de mantenerse uniformidad en la decoración sin mezclar materiales distintos en una misma mesa (objetos de cobre con objetos de plata por ejemplo; el cristal puede combinar con otros materiales y metales como la plata).
Los candelabros se utilizan exclusivamente para las cenas. Y evitaremos, al igual que con los centros de flores, colocar grande candelabros que hagan de "barrera" entre los invitados.
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